El 2 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil , día del nacimiento del escritor Hans Christian Andersen, autor de libros que han marcado la vida literaria de muchas generaciones.
Hans Christian Andersen (2 de abril de 1805 – 4 de agosto de 1875), escritor y poeta danés. Nació en Odense, Dinamarca. Su familia era de condición pobre y humilde, su padre zapatero y su madre lavandera. Era un joven apasionado por el teatro, los libros y las historietas. A pesar de no tener los medios decidió partir de su hogar con tan solo 14 años a Copenhague con el sueño de probar suerte en el Teatro, su gran pasión. Esta travesía no fue nada fácil, pasó muchos meses de penurias. Todo terminó cuando conoció al director del Teatro Real Jonas Collin, este importante hombre al ver su inminente talento lo adoptó y envió a la escuela de Slagelse para que recibiera una instrucción formal.
Los años que estuvo inscrito en la escuela, aunque no fueron los más amables, le impulsaron su carrera artística. En esta época escribió su primera obra de modo anónimo: El niño moribundo (1827). Desde entonces los éxitos literarios se multiplicaron. Empezó a tener conexión con diarios del lugar y sus poemas comenzaron a ser publicados, además presentó su primer trabajo en prosa llamada Caminata desde el canal de Holinen hasta la punta oriental de Amager. Posteriormente, lanzó su primera obra de teatro: Amor en la torre de San Nicolás. Al poco tiempo publicó su primera novela, Vida en Italia (1835), esta fue bien recibida y alabada por grandes escritores.
Su visita a Francia e Italia fueron un aporte notable en su experiencia. Por ello, inspirado en lo aprendido en sus viajes, en 1835 publicó el primer fascículo de los Cuentos de hadas, obra infantil. Tal fue el éxito y la acogida de los lectores que inicia una producción constante, en donde resulta: La sirenita, La pequeña vendedora de fósforos, Pulgarcita, El Patito Feo o La Reina de las Nieves. Fueron traducidos a más de 120 idiomas. Suceso que catapultó su popularidad a nivel mundial. Le encantaba viajar; y esto lo aprovechaba para crear todo tipo de relatos basado en la cultura y costumbres de aquellos lugares que visitaba.
«Viajar es vivir». Hans Christian Andersen
Algunos años después, su trabajo fue valorado, por ello fue nombrado Hijo Predilecto y Ciudadano Honorario de su ciudad natal. Su sexta y última novela, Pedro el afortunado, la escribe en 1871. En 1872, publica la última entrega de sus cuentos de hadas.
Sus cuentos, a pesar de ser dedicados a la población infantil, son atractivos para los adultos por su contenido moral y filosófico presente en cada historia. Por ejemplo, el tema de la muerte es un tema de interés para Hans. La muestra como una continuación de la vida o una liberación de una vida no tan placentera. Aparece en La pequeña vendedora de fósforos (1845), Bajo el sauce (1853), o en Anne-Lisbeth (1859). También invocó el dilema entre la razón o el sentimiento. Este tema puede hallarse en La Reina de las Nieves (1844), No servía para nada (1853) o La Pequeña Ondine. En El patito feo (1842), o La Dríade (1868), podemos reflejar la intención del autor de mostrar situaciones en donde los personajes no están conformes con su vida.
Se indica que algunos de sus cuentos son un reflejo de su dura vida durante la infancia y parte de la juventud. Creó variados personajes que no tenían ninguna posibilidad de éxito y posteriormente lograron alcanzar el éxito, tras cumplir sus sueños. Este es el caso de obras como Le briquet (1835) o Hans le balourd (1855). Sus historias tienen un carácter imaginativo asombroso, daba vida y personalidad tanto a animales como a objetos, esto representó un gran cambio en las obras literarias. En adición, la mujer ocupa un lugar preponderante en sus escritos y en su vida. En algunos cuentos no existe presencia masculina.
En sus cuentos, la naturaleza y los paisajes son descritos de forma poética y precisa. El estilo de sus cuentos y sus enseñanzas son inspiradoras para los lectores, niños y adultos por igual. Otra de las particularidades de su trabajo es que se valió de personajes y tradiciones propias del folklore de su país: duendes, trolls, hadas, brujas, elfos, driandes, aunque también toma como fuentes de inspiración las creencias y leyendas de los países que visitó. Entre sus principales innovaciones se destaca el uso del lenguaje cotidiano con el fin de dejar un mensaje claro y comprensible a los niños.
Hans Christian Andersen fue un escritor que hasta su muerte publicó más de 150 obras, entre los populares cuentos podemos mencionar: El patito feo, El traje nuevo del emperador, La reina de las nieves, Las zapatillas rojas, El soldadito de plomo, El ruiseñor, El traje nuevo del emperador, La pequeña cerillera, El sastrecillo valiente y La sirenita. Han sido populares en todo el mundo y adecuados a obras de teatro, ballets, películas y obras de escultura y pintura.
La muerte de Hans Christian Andersen se dio el 4 de agosto de 1875 en Copenhague, a causa de un cáncer de hígado que le quitó la vida rápidamente. Tenía 70 años. Su funeral fue celebrado el 11 de agosto, acudió una multitud de personas destacadas, entre ellas, el Rey de Dinamarca. Hans fue enterrado en el cementerio Assistens de la capital danesa.