En 1900, cuando el siglo XIX llegaba a su fin, varias misiones científicas europeas se trasladaron a España para observar el eclipse total de Sol que tendría lugar el 28 de mayo. Un equipo de astrónomos franceses arribó a Albacete, Hellín y Las Minas para estudiar el fenómeno.
De la expectación suscitada dan fe publicaciones de la época. El Observatorio Astronómico de Madrid editaba en 1899 una “Memoria sobre el eclipse total de Sol” donde se detallaban fases, coordenadas y horarios del fenómeno. La Luna se hallaba próxima a su perigeo y, al estar más cerca de la Tierra, ocultaría totalmente al Sol. Antes del atardecer el día se tornaría en noche por unos segundos. La línea central de totalidad, es decir, la franja de territorio desde donde el disco solar quedaría totalmente oculto tras la Luna entraría por Oporto cruzando la península de Oeste a Este hasta Alicante [1].
La misión del Observatorio de París
Guillaume Bigourdan en 1927
Camille Guillaume Bigourdan estuvo al frente de la misión organizada por la Oficina de Longitudes y el Observatorio de París y aunque en un principio pensaron establecer el observatorio en Portugal las condiciones meteorológicas, el transporte y la acumulación [2] de observadores en otras regiones hicieron que se decantaran por la provincia de Albacete. Se instalaron tres estaciones de observación cerca de la línea del ferrocarril Albacete – Murcia, lo que posibilitaría una rápida comunicación telegráfica. La estación principal se situaría cerca de la línea de totalidad y las dos secundarias a ambos lados, cerca de los límites. Bigourdan señala en su informe que en un primer momento habían pensado establecerse en Tobarra [3] pero que no habían encontrado tantas facilidades como les brindaron las autoridades hellineras (por aquel entonces era alcalde de Hellín D. Tomás Fernández Montesinos).
Ademas de Bigourdan, la misión estaba compuesta por Joseph Eysséric, reconocido pintor, matemático y explorador que estaría al frente de la estación de Albacete; Paul Heitz, ingeniero, el cual acompañó a Bigourdan en el observatorio principal de Hellín; Pierre Salet, alumno del Observatorio de París, a cargo de la estación de Las Minas; y por último, José Fernández y Fernández, intérprete puesto al servicio de la misión por el Observatorio de Madrid.
Gracias a José Balsalobre, Bigourdan y Heitz se instalaron en la serrería San Rafael [4], contigua al andén de carga de la estación de ferrocarril, lo que facilitó el transporte y montaje del equipo. Al oeste tenían unas vistas abiertas, sin elevaciones cercanas, lo que permitiría seguimiento total del eclipse que terminaría próximo al ocaso [5]. En Albacete, el puesto de observación se fijó en el Jardín del Instituto; y en Las Minas, muy cerca de la hoy desaparecida estación de tren, en campo abierto, por lo que el gobernador militar de Albacete, el coronel Rajal Larré, puso a disposición de Salet varios guardias para vigilar el campamento y el instrumental a cambio de que los gendarmes que acompañaban la misión permanecieran en Albacete.
El programa adoptado por la misión contemplaba en primer lugar la determinación de la hora exacta y duración de cada una de las fases del eclipse. Para ello debían establecer las coordenadas de cada una de las estaciones. Para la medición del eclipse se utilizaba el tiempo sidéreo que viene dado por el movimiento aparente del equinoccio para lo cual era indispensable conocer con precisión la ubicación de las estaciones astronómicas [6]. En segundo lugar debían fotografiar la corona solar y los astros visibles durante la totalidad. Y por último realizar un dibujo de dicha corona. Para ellos se sirvieron de diversos instrumentos de medición y observación como relojes, telescopios, objetivos y lentes que Bigourdan detalla en su informe.
El eclipse
Un eclipse total de Sol se desarrolla en cuatro etapas; el primer contacto, el segundo contacto (principio de la totalidad), el tercer contacto (fin de la totalidad) y cuarto contacto. Los informes recogen la hora de los contactos y duraciones de las fases en cada uno de los observatorios. En 1900 no existía aún una normalización horaria (se establecería en 1912 con la creación de la Oficina Internacional de la Hora, de la que Bigourdan llegó a ser director desde 1919 a 1928), por lo que los datos que arroja el informe pueden parecer dispares. Gracias al programa Stellarium [7] podemos simular el eclipse tal y como se vio en Hellín con horario actual (GMT+1) . Durante la totalidad pudieron observarse a simple vista varios estrellas y constelaciones, además de Venus, Marte y Mercurio.
El cielo al Oeste durante la totalidad (18:12:29)
PRIMER CONTACTO
16:57:25
SEGUNDO CONTACTO
18:12:10
TERCER CONTACTO
18:13:12
CUARTO CONTACTO
19:19:34
La duración de la primera fase (desde el primer hasta el segudo contacto) fue de 1 h. 24 m. 45 s. La totalidad se inició a las 18:12:10 y duró poco más de un minuto (1 m. 2 s.). La última fase se prolongó 1 h. 6 m. 24 s.
Conclusión
La llegada de los científicos franceses a la zona tuvo que causar un gran impacto entre aquellas gentes, sobre todo entre los habitantes de Las Minas, primordialmente dedicados a la extracción de azufre, que ocupaban las numerosas casas-cueva de la zona (muchas de ellas contiguas al puesto de observación). El eclipse no sólo captó el interés de la comunidad científica. Miles de personas quisieron ser testigos con sus propios medios de un espectáculo irrepetible. Así como desde Atocha partieron varios trenes a Argamasilla, como recogen numerosas crónicas de la época, desde Murcia lo hicieron hasta Hellín y Las Minas.
No ha trascendido tanta documentación como en el caso de la misión de la British Astronomical Association [8] en Alicante, Santa Pola y Elche, ilustrada con las magníficas fotografías de Arturo Cerdá [9], pero el informe de Bigourdan deja constancia de la realización de fotografías en los 3 puestos de observación. Probablemente también se tomaron imágenes del entorno. De aquel “lunes al sol” en Hellín sólo quedan ruinas y sombras.
Manuel Sagredo
BIBLIOGRAFÍA
BIGOURDAN, M. G.: Rapport sommaire sur l’observation, faite en Espagne, de l’eclipse totale de soleil du 28 mai 1900. En Bulletin astronomique, Serie I, vol. 17, pp.369-390
BIGOURDAN, M. G.: Observations de l’éclipse totale de Soleil du 28 mai 1900, faites en Espagne, à Hellin, à Albacete et à Las Minas. En Comptes rendus hebdomadaires des séances de l’Académie des sciences, T. 131 (1900), pp. 246-250
JOHNSON, E. W.: “The Total Solar Eclipse, 1900: Report of the expeditions organized by the British Astronomical Association to observe the total solar eclipse of 1900, May 28”. Chapter VII: “Elche” (Spain)
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