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“Brutal atentado en Hellín” en 1913

El semanario Vida Manchega, que se editó en Ciudad Real entre 1912 y 1920, se hacía eco de un atentado acaecido en un establecimiento de Hellín el 22 de julio de 1913:

En el establecimiento del Sr. Laborda, conocido y apreciado comerciante de Hellín, tuvo luyar el día 22 del actual a las 10 de la mañana un perverso atentado con trágico desenlace. Hallándose en el local los Sres. Laborda, Ortega y Fernández Ayuso y los dependientes del establecimiento, penetró un ex-criado dol Sr. Laborda y dirigiéndose lacónicas palabras arrojó un explosivo que llevaba oculto bajo la blusa, cuya detonación produjo gran alarma en toda la población. Los Sres. Laborda y Ayuso recibieron heridas de consideración y el criminal quedó horriblemente destrozado y envuelto entro los objetos del lugar señalado.

Acompaña la noticia una foto de Hnos. Bueno (Albacete) en la que se aprecian los destrozos en el establecimiento y una multitud de curiosos en la puerta del comercio.
El diario ABC del 23 de julio recogía ya esta noticia, aunque en un primer momento se habla de un suceso fortuito:

Albacete 22, 6 tarde. Se ha recibido aquí noticia oficial de que en Hellín ha ocurrido una triple desgracia. No se sabe por cuál causa, suponiéndose que fué fortuita, ha estallado un depósito de explosivos, propiedad de D. Juan Laborda. Quedó muerto en el acto uno de los empleados, llamado Gregorio Cebrián, y gravemente herido otro, de nombre Rafael Fernández Ayuso. El dueño, D. Juan Laborda, también ha resultado con heridas graves. Gracias à que la casa estaba aislada no han ocurrido mayores daños.

Horas más tarde se aportan más detalles:

Albacete 22, 11 noche. Se reciben más detalles de la explosión de dinamita ocurrida en Hellín. Se dice que Cebrián entró en el almacén del Sr. Labarda [sic] á cobrar una cantidad que éste le adeudaba por haberle tenido á su servicio. Cuando Cebrián se retiraba, después de haber cobrado, y terminado una larga discusión con el Sr. Labarda, se produjo la explosión de los cartuchos que aquél llevaba en la faja. Se cree que el hecho ha sido intencionado.

Distintas versiones de un mismo hecho hace casi cien años.