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Día del Libro de Ciencia, 17 de febrero


Día del Libro de la Ciencia. La conmemoración es propuesta por el Consejo General del Libro que eligió el día 17 de febrero, al ser una fecha cercana al día en que nacieron Galileo Galilei y Copérnico. El lema de este año es “Porque los libros de ciencia también animan a leer”. Esta frase reivindicativa se refiere a que no sólo los libros de literatura son los que gustan a los lectores sino que también los libros de divulgación científica atraen a los jóvenes, ya sea porque les impulsa la curiosidad y el aprendizaje o por sus ilustraciones.

No es necesario insistir aquí en que la lectura es un elemento muy importante para el desarrollo integral de niños y jóvenes (destrezas en la expresión, configuración de la inteligencia, aportación de valores, apertura al conocimiento del mundo, etc.). De ahí que, sobre todo en la etapa escolar, se hayan puesto en marcha una serie de actividades para animar a la leer. En el campo de la animación lectora el desarrollo ha sido enorme, y hoy existe toda una batería de recursos e iniciativas en esta dirección.

Sin embargo, y hasta el presente, salvo contados casos y actividades no se tiene en cuenta el libro de divulgación, el libro de ciencia como motor de animación lectora. Tal vez por desconocimiento de la gran oferta editorial que existe en el mercado, tal vez por cierto temor a confundirlo con el libro de texto. Nosotros estamos convencidos de que aunque nuestra prioridad es la buena literatura para niños y jóvenes también lo son los buenos libros y las mil estrategias y cauces para llevar a los lectores más jóvenes a encontrar ese libro que les descubra un mundo de posibilidades donde recrearse y aprender. Libros en la mayoría de los casos con ilustraciones sugerentes, diferentes y que provocan lectura.

Por este motivo, El Consejo General del Libro Infantil y Juvenil celebra todos los años el Día del Libro de Ciencia alrededor de los nacimientos de Galileo Galilei y Copérnico para defender la creencia de que los libros de ciencia además de enseñar crean lectores. Son tan importantes como los de literatura en la función de atraer lectores y de enganchar en el hábito lector.